sábado, 24 de diciembre de 2011

El pasto del vecino es más verde



La creencia que los demás están disfrutando de la familia y que tienen mejores conexiones con los seres queridos muchas veces causa la depresión navideña. Comparaciones injustas, un error cognitivo que podría causar emociones depresivas o ansiosas, ocurren cuando uno interpreta un evento en términos poco realistas. 

Leyendo la mente también podría causar la depresión navideña, asumiendo que uno sabe lo que piensa la gente sin tener evidencia suficiente de los pensamientos. Las personas aisladas se podrán sentir hasta más solos durante las fiestas porque normalmente es un tiempo para compartir en reuniones especiales y celebrar con ser queridos. Además, muchos quienes forman parte de una familia con muchos conflictos y dificultades se reúnen con familiares una vez más esperando que hayan interacciones positivas. Estos viajes terminan con las personas desalentadas y desilusionadas.

¿Qué se puede hacer? Cambiando las distorsiones cognitivas es una estrategia que podría ayudar. Uno puede reunir la evidencia por y contra un pensamiento que causa una emoción intensa negativa. ¿Es verdad que todo el mundo está disfrutando de estas fiestas menos yo? ¿Cuál evidencia tengo yo que los demás piensan que soy un fracaso? ¿Y si lo piensan así quien dice que no lo podría manejar/aguantar? Estas son preguntas comunes de parte de un terapeuta cognitivo conductual. Lo que también ayuda es tener una perspectiva realista de la familia y de las fiestas. 

Si la familia de uno siempre fue criticona, lo más probable es que todavía la van a criticar durante las fiestas. Corrigiendo los errores cognitivos no significa ver la vida de color de rosa-significa tener pensamientos y creencias basados en la realidad. Muchas veces esto significa ponerse más y más confortable con la ambigüedad-o el no saber que pasara en el futuro y el no saber lo que piensa la gente sin antes hacerles la pregunta.
Si las fiestas son muy difíciles para usted, tome un tiempo para identificar sus pensamientos cuando se empiece a sentir triste, enojada o ansiosa. Reconociendo lo que uno está pensando es el primer paso en desafiar los errores cognitivos y reducir la intensidad de los sentimientos negativos. Si las fiestas nunca fallan en ponerla triste, vale la pena encontrar a un terapeuta quien la podría ayudar sobresalir del problema de la depresión navideña. 


Carla M. Alvarez, Ph.D.

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